miércoles, 22 de febrero de 2012

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

El Paradigma Cognitivo: Cuándo un sujeto lee un texto, utiliza diversas estrategias de lectura, las cuales le facilitan la comprensión del mismo, en este proceso se ve involucrado las estrategias cognitivas y las meta cognitivas. Por lo cual es importante saber la función de cada una de ellas. Una estrategia cognitiva es aquella que capacita al lector para entender un texto escrito y las estrategias meta cognitivas gobiernan a las cognitivas, capacitando al lector para controlar el proceso de la lectura. (Rosas Minerva, et al, 200).

Con lo anterior se puede deducir que la cognición son los conocimientos que el individuo tiene y la meta cognición es la aplicación de los conocimientos sobre los conocimientos.

La teoría cognoscitiva del aprendizaje enfatiza la importancia de los procesos mentales superiores tales como las actitudes, creencias y percepciones, pero también los procesos intelectuales e investigan la manera de cómo las personas desarrollan y usan las reglas de la lógica, la solución de los problemas y el lenguaje de los individuos.

Los seguidores de la cognición consideran que esta debe ser descrita en función de símbolos, esquemas, imágenes, ideas y otras formas de representación mental.

La teoría cognitiva sostiene que en el desarrollo de la lectura interactúan diferentes factores que inciden en la comprensión. Algunos de los factores que pueden ser evaluados por medio de pruebas estandarizadas en situaciones naturales de lectura son, la habilidad para reconocer definiciones de palabras, la habilidad para reconocer detalles literales en un pasaje de la lectura y la habilidad para reconocer la idea central de un párrafo.(Bono Adriana, et al. 2010)

El Paradigma del Constructivismo: Los orígenes del paradigma constructivista, se encuentran en la tercera década del presente siglo, en los primeros trabajos realizados por Jean Piaget.

Una categoría fundamental para la explicación de la construcción del conocimiento son las acciones físicas y mentales que realiza el sujeto, frente al objeto del conocimiento. Al mismo tiempo el objeto también actúa sobre el sujeto cognoscente a sus acciones, promoviendo en este cambios dentro de sus representaciones que tiene el. Por tanto existe una interacción reciproca entre el sujeto y el objeto de conocimiento. El sujeto transforma al objeto al actuar sobre el y al mismo tiempo construye y transforma sus estructuras o marcos conceptuales en un ir y venir sin fin. El sujeto conoce cada vez más al objeto, en tanto se aproxima más a él (por medio de los instrumentos y conocimientos que posee va creando una representación cada vez más acabada del objeto) pero a su vez y en concordancia con el realismo del que se habla el sujeto se aleja más del sujeto (el objeto se vuelve más complejo y plantea nuevas problemáticas al sujeto), nunca acaba por conocerlo completamente.

La comprensión de textos es una actividad constructiva, compleja de carácter estratégico, que implica la interacción entre las características del lector y del texto dentro de un contexto determinado, y en este proceso el lector no realiza simplemente una transposición unidireccional de los mensajes comunicados en el texto a su base de conocimiento. Colomer (citado por Díaz Barriga Arceo Frida, et al, 1998: 142)

El lector trata de construir una representación fidedigna a partir de los significados sugeridos por el texto, para lo cual utiliza sus recursos cognitivos tales como esquemas, habilidades y estrategias.

Concepciones Teóricas de la Lectura.

La lectura como conjunto de habilidades o como transferencia de información: Esta teoría trata de las habilidades que debe poseer el sujeto lector para apropiarse de la lectura, y las organiza de la siguiente manera: Reconocimiento de palabras; La comprensión; La evaluación de la lectura; Lectura de aplicación o crítica.

El sentido del texto está en las palabras y oraciones que la componen y… el papel del lector consiste en descubrirlo Dubois( citado por Matos Aray Milagros, 2002).

Son muy importantes estos cuatro elementos ya que si el alumno reconoce las palabras que se manejan dentro del texto puede extraer el significado de la misma y esto conlleva a que tenga más facilidad de comprender el contenido del texto, así mismo va identificando que es lo que trata de dar a conocer el autor, la estructura del texto, si es convincente, con esto llega a la etapa de evaluación. Conforme se familiariza con el contenido, aparte conocer puede observar y sacar las ideas centrales para su análisis profundo de esa manera darse cuenta que le hace falta el contenido y establecer sus propias criticas y sugerencias.

Esta teoría tuvo tanto arraigo que aún hoy en día los sistemas escolares se basan en ella para la enseñanza de lectura. Incluyendo nuestro país, México.

La lectura como un proceso interactivo: Esta teoría Concibe la lectura como un proceso de carácter psicolingüístico en el que participan de manera reciproca el pensamiento y el lenguaje (Matos Aray Milagros, 2002), es decir que la comprensión de la lectura no depende de la información que el lector extrae del texto, si no del procesamiento de la información que opera en la mente del lector, y que esto permite activar sus conocimientos previos sobre un tema y su cúmulo de experiencias.

En la interacción entre el lector y el texto, este último elemento aporta tres tipos de informaciones o claves con las que aquél iniciará el proceso de la lectura:

Grafo fónicas ± las convenciones ortográficas; sintácticas ± el orden de los elementos lingüísticos; semánticas ± los conceptos expresados mediante el vocabulario.

Esas claves, unidas a los conocimientos que posee el lector, promueven la construcción del significado de un texto y por ende, su comprensión.

Los conocimientos previos del que parte esta teoría también son denominados sistemas.

Como señala Bartlett (citado por Dubois, M., 1994) las estructuras

Cognoscitivas creadas a partir de la experiencia previa del sujeto. Lo anterior se agrega que en la construcción del significado de un texto el lector trata de encontrar la configuración de esquemas apropiada para explicar el texto. (Matos Aray Milagros.2002).

Por ello hay que tener siempre presente que todo individuo lector posee sus propios esquemas o conjunto de conocimientos interrelacionados que se activan según la situación y el contexto. Por lo que una de las características de los esquemas es su variabilidad y en el caso de la comprensión de la lectura, ello nos remite a considerar que hay diversas interpretaciones ante un texto.

Los estudiantes lograran comprender un texto sólo cuando es capaz de encontrar en su archivo mental (en su memoria) la configuración de esquemas que le permiten explicar el texto en forma adecuada. Cuando no se ha tenido experiencia alguna sobre un tema determinado, no se dispone de esquemas para activar un conocimiento determinado y la comprensión será muy difícil, si no imposible.

Según (Heimlich y Pittelman, 1991), “Estos esquemas están en constante desarrollo y transformación. Cuando se recibe nueva información, los esquemas se reestructuran y se ajustan. Cada nueva información amplía y perfecciona el esquema existente”. (Quintana E. Hilda, 1992)

Esto es de suma importancia conocer, ya que cotidianamente estamos en constante desarrollo y esto provoca que cada vez más obtengamos informaciones nuevas, lo que perfecciona nuestro esquema, dando como resultado un aprendizaje significativo. Y permitir mejor la comprensión de los textos lo que conlleva que los estudiantes tengan un mejor rendimiento escolar.

La lectura como proceso transaccional: Esta teoría tiene mucha relación con la teoría anterior el interactivo ya que ambas toman en cuenta la estrecha relación entre lector y texto, para construir el significado de éste. Sin embargo, el enfoque transaccional enfatiza la dinámica del proceso en un tiempo que reúne un lector y un texto particulares en circunstancias particulares, lector y texto se confunden en un tiempo único y surgen del mismo transformados, Dubois (Citado por Universidad Nacional abierta, 2002). En esa transacción, el texto contiene el significado en potencia que su autor le quiso dar, al momento de escribirlo. Ese significado potencial se actualiza a través de la transacción del lector con la lectura, a través de las inferencias que el lector elabora según sus esquemas de conocimiento. El texto se transforma durante la transacción y también se transforman los esquemas del autor o su forma de organización del conocimiento y los esquemas del lector. Lo importante de esta teoría es dar entrada la variedad en la interpretación de un texto, y que además, van más allá de los métodos para enseñar a leer, apuntan hacia nuevas actitudes frente a la lectura como proceso, frente al estudiante como sujeto cognoscente y –de manera más general- frente al lenguaje como medio de comunicación social. (Matos Aray Milagros, 2002). En la enseñanza de la lectura debe estar unida a una finalidad determinada: disfrutar el texto, buscar información, estudiar, seguir instrucciones etc., no hay que olvidar que se lee para construir significados esto es más interesante dependiendo del interés que tenga el estudiante ya que solo se cumplen los objetivos del autor de leer su producción y del estudiante que en base a su lectura puede construir sus propios significados de una manera crítica y reflexiva.

Según Cairney (1992) la teoría transaccional consiste en el significado que se crea cuando el lector y el autor se encuentran en los textos es mayor que el texto escrito o que los conocimientos previos del lector. En la cual el significado que se crea es relativo, ya que depende de las transacciones que se produzcan entre los lectores y los textos en un contexto específico. Los lectores que comparten una cultura común y leen un texto en un ambiente similar, crearán textos semejantes en sus mentes. Sin embargo, el significado que cada uno cree no coincidirá exactamente con los demás. Porque los individuos que leen un texto conocido nunca lo comprenderán de la misma forma.

El Hábito de Lectura.

Los hábitos pueden ser comparados con funciones fisiológicas como las de respirar y digerir. Estas son desde luego involuntarias, en tanto que los hábitos son adquiridos, pero por importante que sea esta diferencia para muchos fines, no debe ocultar el hecho que los hábitos se asemejan a las funciones en muchos aspectos en especial en que requieren la cooperación del organismo y del medio ambiente. Si somos honrados con nosotros mismos, reconocemos que un habito tiene esta fuerza, por ser de manera tan intima, parte de nuestro propio ser; nos tiene sujetos porque nosotros somos el habito. (Dewey John, 1964).

Relacionando el habito con la lectura, se asevera que leer es establecer un dialogo por el deseo de comprender, pero la comprensión no es posible, si no existe un verdadero interés y tampoco si predomina una variedad desesperada, para ello es indispensable una cierta serenidad de espíritu, una inteligencia efusiva y a la vez libre que con calma y gusto avance por las líneas de cada página. Sin embargo no siempre está en la disposición de quien lee, muchas veces se lee, solo por cumplir un deber, que se siente ajeno a la vocación, por completar un cierto número de páginas que nos han sido impuestas. Ello perjudica la asimilación, porque se recorren las páginas minimizadas por el desinterés, con tal rapidez que no es posible comprender ni recordar la lectura. Esto es precisamente el fracaso de la lectura, otras veces se lee con verdadera avidez, con velocidad desesperada con el afán de devorar cientos de páginas. Esta tampoco es la mejor manera de leer, por lo cual conviene despertar en nosotros una verdadera devoción por la lectura, que sea capaz de superar una pesadumbre de una lectura obligada y capaz de poner pausa a nuestra avidez y lograr hacer del sujeto un ser, con un buen habito de lectura, logrando con ello la comprensión y asimilación de los textos. (Zubizarreta, 1982)

Ello implica que el papel activo que el sujeto cognoscente juega un acto de conocimiento. Sabemos que el conocimiento se desarrolla y se adquiere por aproximaciones sucesivas, en función no sólo de las características particulares del sujeto, sino también de las características particulares del objeto a conocer.

Dicho conocimiento se adquiere a través de la interacción con su medio, creándose así los diferentes esquemas de conocimiento.

De esta manera, concebimos la lectura como la relación que se establece entre el lector y el texto, diríamos una relación de significado que implica la interacción entre lo que aporta el texto y lo que aporta el lector, constituyéndose así un nuevo significado que este último construye como una adquisición cognoscitiva.

El sujeto-lector posee un determinado conocimiento sobre su sistema de lengua competencia lingüística y sobre las formas de uso y las diversas funciones que ésta tiene en el contexto social. Generando con ello la construcción de su propio conocimiento.

1 comentario:

  1. Anami:
    Es importante lo que mencionas en cuanto a la necesidad de implementar estrategias y actividades que brinden a los alumnos la oportunidad de aprender a leer significativamente, y que propicien a su vez, la toma de conciencia de ciertas prácticas sociales, cabe mencionar que en la RIEB se enfatiza la urgencia de implementar situaciones didácticas que posibiliten fortalecer esta debilidad apoyándose en el Programa Nacional de Lectura.

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